EDUCACIÓN INCLUSIVA Y SOSTENIBLE: EL EJEMPLO DEL CENTRO ÁNGEL DE LA GUARDA
Desde que se unió a la Red de Escuelas por la Circularidad en 2011, el Centro de Educación Especial Ángel de la Guarda, ubicado en Latores (Oviedo), ha llevado a cabo numerosas iniciativas destinadas a concienciar a sus estudiantes sobre la importancia de preservar nuestro entorno.
Lo que realmente destaca de esta institución es su capacidad para adaptar la educación ambiental a las necesidades individuales del alumnado, teniendo en cuenta la situación, capacidad y habilidad de cada persona. Y, sobre todo, demostrando que cuando se quieren hacer las cosas bien, no hay barreras que lo impidan.
Uno de los pilares fundamentales de su trabajo es la patrulla del reciclaje, un equipo liderado por la incansable coordinadora Isabel Villar con la ayuda de Leire Corrales y formado por seis estudiantes de transición a la vida adulta (TVA).
Cada viernes, recorren todas las aulas recogiendo plástico y cartón para reciclar, encargándose a su vez de educar a sus compañeros sobre la importancia de clasificar los residuos correctamente. Además, depositan los residuos en el punto de recogida correspondiente, como parte de su compromiso con la economía circular. Trimestralmente envían a Cogersa el registro de la recogida separada realizada en el centro.
La labor de difusión de la patrulla del reciclaje no se limita al interior del centro, sino que trasciende sus muros y se expande por toda la comunidad educativa, a través de un cartel informativo diseñado por Isabel y enviado a todo el profesorado y las familias, en el que se indica en qué contenedores se deposita cada residuo. De esta manera, contribuye a sembrar la conciencia ambiental en la sociedad.
Pero, además de reciclar, el Ángel de la Guarda también fomenta la reutilización de materiales. Con ilusión y creatividad, utilizan el cartón para la decoración navideña y los corchos para llevar a cabo divertidas manualidades. Este año, han dado un paso más en su lucha ambiental al sumarse a la campaña Kucho, un proyecto de recogida de cartuchos de impresora usados en centros educativos para su posterior reciclaje y reutilización.
Mediante el sistema ARASAAC, basado en el uso de pictogramas que ayudan a las personas a identificar las acciones y conceptos con mayor facilidad, el alumnado identifica de manera sencilla el uso de cada contenedor y papelera.
Para el profesorado del centro, es fundamental que los alumnos y las alumnas adquieran conocimientos y experiencias sobre la importancia del medio ambiente, por lo que, además de las tareas de reciclaje, organizan rutas para observar la evolución de los árboles en cada estación, charlas sobre reciclaje y actividades de plantación de flores.
Desde Cogersa felicitamos al Centro de Educación Especial Ángel de la Guarda por su firme compromiso con la promoción de la economía circular. Su compromiso con la circularidad y la sostenibilidad es un ejemplo a seguir en el ámbito educativo.[/vc_column_text]
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